Lección de oratoria
Debido a la gran importancia del uso del inglés en las relaciones internacionales, hoy voy a sugerir unos consejos básicos a la hora de expresarse en público en una lengua que no es la propia. Como ejemplo ilustrativo usaré una conferencia que un importante personaje de la política española dio en el Hudson Institute, en Washington D.C., en septiembre de 2006 (el nombre es lo de menos). En este link se encuentra el audio de la charla completa (a partir de 2:40):
Exposición: prepara bien tus argumentos
Es muy importante practicar las expresiones que se van a utilizar para dirigir un razonamiento. Si no se tiene fluidez, se corre el peligro de atascarse al intentar explicar una idea clave.
Una cosa es el diálogo; el diálogo en política es esencial. Y otra cosa es… una propuesta incomprensible como es esta alianza de civilizaciones es absolutamente imposible.
Al no seguir una línea de razonamiento lógica el orador se expone a que luego digan de él «He did not elaborate«, o sea, «no entró en detalles».
Información: conoce el tema a tratar
Si las palabras no son las exactas, al menos que los datos expuestos sean útiles. El público pasará por alto los pequeños detalles y preferirá el fondo a la forma.
En mi tiempo de gobierno yo establezco enorme diálogo con diferentes regímenes, por ejemplo, tuve una buena relación con el presidente… tch… el último presidente de Irán… er… [se lo dicen] ¡Jatami! Jatami… ¡Una GRAN relacion!
Dependiendo de la altura política del orador hay que tener cuidado con estos olvidos; en este caso, a ver si el tal Jatami se va a cabrear y acabamos creando un conflicto diplomático.
Comunicación: cuenta con un buen gabinete de prensa
Este punto es el más importante; imprescindible, si no se domina el idioma. Si este punto se lleva a rajatabla, no importarán en absoluto el número de patadas gramaticales que se propinen por minuto. Por ejemplo, tomando la frase más citada de toda la charla, que en los titulares apareció de esta manera:
I have never heard a Muslim say sorry for having conquered Spain and occupying it for eight centuries. Why do we always have to say sorry and they never do?
Esta es una frase correctamente construida. Sin embargo, la frase original – que transcribo por su interés didáctico – fue ésta:
I never listen any Muslim apologize me to conquer Spain and to maintain his presence in Spain during eight centuries. Never! Because, what is the reason because we, the western, always should be apologize and they never should be apologize?
Que más o menos vendría a sonar así a oídos de un nativo:
Yo nunca escucho ningún musulmán disculparseme a conquistar España y a mantener su presencia en España por ocho siglos. ¡Nunca! Porque, ¿cuál es la razón, porque nosotros, el occidente, deberíamos siempre ser disculpar y ellos deberían nunca ser disculpar?
Es interesante que en una frase tan breve sea posible encontrar tantos errores en conjugación de tiempos verbales, uso incorrecto de preposiciones y confusión de unas palabras por otras. De donde se deduce que no importa cómo se hable mientras se tenga un equipo de redacción dispuesto a enmendar tus errores. Esta técnica tan usada desde hace tiempo, sería el equivalente lingüístico del retoque fotográfico.
Con estos consejos espero haber arrojado algo de luz sobre la necesidad de toda nuestra casta política de seguir practicando el inglés, como medio de mejorar la imagen de nuestro país de cara al exterior.
Finalmente, y especialmente dedicado a nuestro orador de hoy, termino con un consejo extraído de un sabio proverbio árabe:
No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio